Por segunda vez en dos noches consecutivas, cientos de personas se congregaron frente a una estación de policía en el centro de Los Angeles para protestar la muerte por dos balazos policíacos del inmigrante guatemalteco Manuel Jaminez, informa Raquel María Dillon en el Huffington Post.

Dice que algunos manifestantes lanzaron huevos, piedras y botellas contra el cuartel, mientras que otros optaron por rezar. Las autoridades ordenaron que se dispersara la multitud y l no hacerlo dispararon proyectiles no letales de espuma. Aún asi, 22 personas fueron detenidas, agrega.

Jamines, de 37 años, urió de dos balazos disparados por un oficial en bicicleta cerca de MacArthur Park, parque donde se congregan inmigrantes recientes de origen centroamericano. Según testigos presenciales, estaba embriagado y tenía un cuchillo. Un oficial de la policía le ordenó que soltara el cuchillo, pero Jamines lo alzó, ante lo cual el oficial disparó dos veces, dice.

Parientes y vecinos de Jamines dicen que aunque estaba embriagado, no presentaba gran peligro y el oficial debió haber usado fuerza no letal. Según el jefe de la policía Charles Beck, el oficial que disparó no llevaba una pistola paralizante ni una porra policial.

Oriundo de Mazatenango, Guatemala, Jamines vino a EUA hace seis años en busca de trabajo como jornalero y pasaba gran parte del tiempo en un parqueadero de Home Depot esperando empleos. Deja una esposa y tres hijos de 13, 6 y 8 años.

Los oficiales de la policía involucrados en el incidente están reasignados a labores de oficina mientras se lleva a cabo una investigación.

Artículo en inglés