La antigua teoría de que la producción de cerveza impulsó la búsqueda y cultivo de cereales en los albores de la civilización está ganando adeptos con nuevos descubrimientos arqueológicos dice Charles Q. Choi, contribuidor de Live Science.

Cita al arqueólogo Brian Hayden de la Universidad de Simon Frazer en Canadá, quien presentará una ponencia sobre los orígenes de la cerveza para la publicación Current Anthropology. Según Hayden, las culturas primitivas invertían grandes esfuerzos en obtener cereales porque, además de alimentarse, los fermentaban para producir bebidas alcohólicas, que eran un componente importante en los festines y reuniones comunitarias.

La tradición sigue en algunas aldeas mayas, donde las mujeres trabajan más de cinco horas diarias moliendo maíz que se usará para tortillas y chicha.

En la cultura neolítica, continúa Hayden, algunas personas se trasladaban entre 60 y 100 kilómetros en búsqueda de cereales.

Evidencia arqueológica traza los orígenes del alcohol a las primeras etapas de la civilización, en el periodo neolítico en la China, el Sudán, las primeras vasijas de cerámica en Grecia y tal vez el primer uso del maíz, señala.

Explica que los festines comunitarios juegan un papel clave la evolución de las culturas primitivas al establecer lazos, fomentar relaciones, sentar las bases de estructuras políticas de poder, crear redes de apoyo — todas importantes medidas para el desarrollo de sociedades.

Brindamos por esta teoría.

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