La basura espacial ha llegado a un punto crítico en que escombros chocan entre sí, fragmentándose y creando aún más, a la vez que aumentan las probabilidades de que causen daño a satélites y astronautas, dice un informe del National Research Council que además pide regulaciones internacionales para limitar la chatarra e incluso investigar la posibilidad de usar enormes redes magnéticas para atraparla.
Informa Jonathan Amos, corresponsal de ciencia de la BBC, que en la órbita del planeta hay unos 22,000 objetos de suficiente tamaño para poder seguirse desde la Tierra, pero otros son de sólo centímetros, muchos de los cuales vuelan a velocidades de más de 28,000 kilómetros la hora.
Presenta algunos ejemplos de cómo se han creado estos enormes basurales metálicos en órbita.
“En el 2007 la china condujo una prueba de un arma anti-satélite que destruyó un satélite de metereología fuera de uso, destruyendo el objeto en 150,000 piezas mayores de 1cm”.
Dos años después, dos satélites se estrellaron, agrega.
Dice que de vez en cuando la Estación Espacial Internacional se ve obligada a esquivar algunos de estos objetos, llegando en junio del año pasado a correr un serio peligro.
Una manera posible de deshacerse de ellos sería acerándolos al planeta para que se quemen. O alejándolos a una órbita menos peligrosa.
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