El presidente de Venezuela Hugo Chávez designó el miércoles 2 de mayo de 2012 a varios de sus aliados para integrar el Consejo de Estado encargado de asesorarlo, con amplios poderes que ayudaría a gobernar al país desde su lecho de enfermo y, posiblemente, preparar la transición en caso de su ausencia definitiva.
Informa Voz de América que el nuevo Consejo de Estado fue creado por la Constitución de 1999 pero no se había activado hasta ahora, entre otras razones por la desconfianza total.
Encabeza el organismo el vicepresidente ejecutivo del país, cinco designados de Chávez, un representante de la Asamblea Nacional, un representante del Tribunal supremo de Justicia y un gobernador, designado por todos los gobernadores.
Los cinco designados por Chávez son el vicepresidente Elías Jaua; el ex vicepresidente José Vicente Rangel, uno de sus mayores aliados; el diplomático Roy Antonio María Charderton Matos, actual embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA); el diputado Luis Britto García; el ex Defensor del Pueblo José Mundaraín Hernández y el vicealmirante Carlos Rafael Giacopini Martínez.
Como Chávez también controla la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo y la mayoría de los gobernadores, el Consejo será controlado completamente por el presidente, dice Voz de América.
El Consejo de Estado es un “órgano superior de consulta del Gobierno y de la administración pública nacional”.
Sus atribuciones, entre ellas emitir opinión sobre políticas públicas y asuntos de Estado y evaluar proyectos de ley, están reglamentadas en una ley especial promulgada el 15 febrero pasado, es decir, una semana después de que Chávez viajara a la isla para iniciar su segundo tratamiento contra el cáncer que padece.
La activación del Consejo de Estado puede significar que los partidarios del presidente se estén preparando para su eventual retiro, debido a un cáncer recurrente que cada día le exige más.
Este lunes, el presidente volvió a La Habana para seguir con su radioterapia.
Ya en Cuba la deteriorante salud de Chávez (la semana pasada tuvo que apagar rumores de que había muerto) ha comenzado a alarmar a sus aliados.
Fidel Castro escribió el 27 de abril que, “insistir en la calumniosa campaña de que en la alta dirección del Gobierno bolivariano existe una desesperada lucha por la toma del mando del gobierno revolucionario si el Presidente no logra superar su enfermedad, es una grosera mentira.
“Por el contrario, he podido observar la más estrecha unidad de la dirección de la Revolución Bolivariana”.
Las cosas no van muy bien para Hugo Chávez.