La contaminación en Beijing alcanzó recientemente 39 veces el límite trazado por la Organización Mundial de la Salud, y las autoridades chinas dicen que están empezando a tomar en serio cómo arreglarlo — siempre y cuando otro pague.
Según escribe Gordon Chang Lee en Forbes, en los últimos años China había evadido cualquier compromiso con los tratados internacionales sobre el clima en los últimos años.
Más recientemente y con el cambio de guardia en el partido comunista, el gobierno chino, bajo presión de los residentes de las regiones costeras, ha comenzado a hablar de controlar las emisiones, dice.
Pero, según Gordon Chang Lee, quiere que la comunidad internacional sea la que pague.
“La razón más importante de Beijing puede aceptar límites a las emisiones es que un pacto global será únicamente sobre dinero –dinero para China … y esto significa que un tratado sobre el cambio climático se reduce a quién paga”.
“El Presidente Obama puede ser capaz de persuadir a China a aceptar un acuerdo global, pero para ello tendría que convencer al contribuyente estadounidense que subsidie la industria china.
“Esto es algo que el Congreso evitaría”, dice.
Artículo en inglés
Foto cortesía fungleo via flickr