Científicos en Holanda están centrándose en una pequeña sección del cerebro que provoca la sumisión a la presión de grupo, la cual piensan que puede remontarse a la evolución en los animales del instinto de supervivencia que les permite mantenerse con el grupo.
Escribe Richard Gray, corresponsal de ciencia de The Telegraph, que investigadores lograron de controlar esta sección del cerebro utilizando pulsos electromagnéticos en los participantes en un estudio de 49 voluntarias.
Se pidió a las participantes que evaluaran el atractivo de 220 fotos de rostros de mujeres, permitiéndoseles cambiar su selección después de ver cómo votaban las otras.
Aquellas que recibieron la Estimulación Transcranial Electromagnética (TMS por sus siglas en inglés) no cambiaron su evaluación de las fotos para conformarse al grupo, dice.
Agrega que ahora se están explorando técnicas conductuales y terapias con medicamentos que pueda reducir o alentar la tendencia del ser humano a conformarse.
Dice, sin embargo, que estas drogas podrían ser controversiales, al tener el potencial de ser abusadas por las empresas que intenten manipular a sus empleados o al tratar de controlar a los rebeldes de la sociedad.
Cada día algo más de que preocuparse.
