Medio siglo después de que su familia fuera expulsada de su hogar por ser de la raza negra, Sallie Sanders de Hamtramck Michigan recibió las llaves de una casa recién construida en la misma calle, informa el New York Times.

Según el Times, Sallie era muy jovencita cuando su familia tuvo que evacuar su casa sin explicación alguna, situación tan traumatizante que todavía no puede recordar sin que se le humedezcan los ojos.

“Así, abruptamente, terminamos con parientes y amigos”, recuerda. “Fue terrible, nuestros padres trataron de protegernos, pero yo sabía que algo andaba mal”.

En 1971, un juez federal falló que este antiguo centro industrial, a cinco millas del centro de Detroit, había usado intencionalmente proyectos de renovación urbana como excusa para expulsar a cientos de familias negras.

El pueblo accedió a contruir las casas, pero no es sino hasta ahora que se encuentra solución a uno de los pleitos de discriminación de vivienda más largos en la historia del país.

Hace 5 años, el pueblo comenzó a construir las casas nuevas, pero el proceso se ha demorado por la recesión y otras razones, llegando a acuerdos con los hijos y nietos de quienes originalmente demandaron al municipio.

Ya están terminadas casi 100 unidades de vivienda, dijo el Times.

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