El 12 de diciembre de Kim Jong Un, el enigmático líder de Corea del Norte, sorprendió al mundo al lanzar un cohete Unha-3 al espacio, posiblemente, con la misión de poner en órbita un rudimentario satélite.
Según The Economist, el objetivo podría ser consolidar su posición de liderazgo para o cual pudo haber elegido hacerlo días antes del primera aniversario de la muerte de su padre, Kim Jong Il, él mismo gran amante de la cohetería.
Este nuevo lanzamiento se mantuvo bajo secreto, posiblemente debido a la vergüenza que su nación pasó en abril, cuando el anterior Unha-3 dio un barrigazo al mar, en medio de la algarabía que precedió el fracaso.
Los expertos dijeron que la misma tecnología que se necesita para poner un satélite de 100 kg en órbita podría ser el primer paso para disparar un misil balístico intercontinental con una carga equivalente hacia América — Corea solo tendría que manejar la tecnología de reingreso a la atmósfera y la precisión.
Aquí, este cuadro The Economist vemos los cohetes norcoreanos, su alcance y el dolor de cabeza que para occidente representan.
Foto cortesía and2celtics via flickr
Cuadro: The Economist
