Colera en HaitiPublicado en español en el New York Times el 22 de agosto 2016. 

Por Rick Gladstone — Años después de que estudios médicos asociaran el brote de cólera de Haití en 2010 al contagio provocado por las fuerzas de paz de Naciones Unidas, la organización ha descubierto que las malas prácticas sanitarias de esas fuerzas siguen sin tratarse no solo en ese país sino también en otros seis países de África y Oriente Medio.

Un auditoría realizada por la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de Naciones Unidas en 2014 y 2015 refleja los intentos de la organización para evitar que estalle otra crisis sanitaria como la del cólera.

Pero los resultados proporcionan también una idea de cómo las fuerzas de paz y quienes las supervisan no han estado al tanto o han sido negligentes respecto de la necesidad de aplicar protocolos más rigurosos para deshacerse de los residuos en las misiones de las Naciones Unidas. Y eso a pesar de los errores y las lecciones aprendidas en Haití, donde han muerto de cólera al menos 10,000 personas y cientos de miles han enfermado.

Las Naciones Unidas ha reconocido hace algunos días por primera vez que tuvo cierta responsabilidad en el desastre de Haití, después de haber desestimado públicamente en varias ocasiones las pruebas existentes e invocar su inmunidad diplomática ante la posibilidad de acciones legales. Este reconocimiento se produce después de que uno de los asesores especiales en derechos humanos de la organización, Philip Alston, dijera en un informe confidencial —al que ha tenido acceso The New York Times— que esa posición respecto a la epidemia de cólera era “moralmente inadmisible, legalmente insostenible y políticamente contraproducente”.

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