Comenzó como una hermosa columna de agua a kilómetro y medio de la playa Carolina Beach, en el estado de Carolina del Norte.
La gente disfrutaba un día de playa y, a lo lejos, podía verse el espectáculo.
Mientras lo van grabando, ven que la columna se va acercando al litoral.
La hermosura comienza a presentar peligro.
Y al tocar tierra, se torna en un violento tornado que se lleva toallas, sombrillas de playa y se abre paso hacia el interior.
El camarógrafo siguió grabando, mientras se escuchan voces de pánico a su alrededor.
Afortunadamente, no hubo grandes daños materiales: la fuerza del tornado se había disipado llegando desde el mar.
Magnífico ejemplo de la belleza destructiva de la madre naturaleza.
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