Extractos de una nota publicada el 2/2/2014 por la AFP. Presidentes destituidos en Egipto y Ucrania, manifestaciones antigubernamentales en Tailandia y Venezuela: las potencias occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, parecen tolerar las revueltas o el derrocamiento de regímenes elegidos democráticamente pero considerados ilegítimos por movimientos populares.
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“El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, se hizo eco esta semana de esta posible evolución en profundidad de la diplomacia estadounidense, enfrentada a una multiplicación de crisis políticas en el mundo, donde gobiernos surgidos de las urnas son atacados -y en ocasiones derrocados- por la oposición en las calles.
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El hecho de que los jefes de Estado y de gobierno, egipcio, ucraniano, venezolano o tailandés hayan recibido la legitimación del sufragio universal no cambia nada: “una democracia no se define sólamente por una elección”, subrayó.
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En Egipto, Washington había aceptado a regañadientes, la primera elección democrática en 2012 del presidente Mohamed Mursi, proveniente de los Hermanos Musulmanes. La administración del presidente Barack Obama lo había alentado incluso a realizar reformas económicas y políticas.
En Ucrania, tampoco “había una democracia” durante el gobierno de Yanukovich, según Kerry, quien califica la exrepública soviética como “una formidable cleptocracia, que no dejaba ningún espacio a la oposición”.
Washington negó esta semana haber “alentado” las manifestaciones “espontáneas” proeuropeas, aunque la secretaria de Estado adjunta para Europa, Victoria Nuland, fuera hiperactiva durante los sucesos, distribuyendo incluso galletitas a los manifestantes en Kiev en diciembre pasado.
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En Venezuela, por el contrario, Washington es acusado por Caracas de incentivar las protestas estudiantiles y de la oposición, extremo negado por Estados Unidos. Kerry exhortó al presidente Maduro a “dialogar” con la oposición, que por el momento se niega a conversar con él.
Foto cortesía by Oxlaey.com