Sundar Pichai ejecutivo en jefe de Google ha pedido a sus empleados en el extranjero que regresen cuanto antes a EUA antes de que las nuevas restricciones a migrantes de siete naciones musulmanas les nieguen el ingreso.
Pichai también denunció la medida, señalando que puede tener un elevado costo humano. “Causa dolor ver el saldo personal que cobra esta orden ejecutiva a nuestros colegas. Siempre hemos hecho públicas nuestras opiniones sobre temas de inmigración y lo seguiremos haciendo”.
Según Bloomberg, las palabras del poderoso jefe del mundo de la tecnología son indicación del creciente distanciamiento entre la administración Trump y el sector tecnología en EUA, que incluye a muchos inmigrantes contratados.
La orden ejecutiva que firmó el Presidente Trump impide que ciudadanos de Siria, Iraq, Iran, Sudan, Somalia, Yemen y Libia ingresen a EUA durante los próximos 90 días. Afecta tanto a refugiados como personas con visas, sean de residente, turismo, o de negocios.
Bloomberg dice que para el viernes ya se estaba impidiendo que residentes legales (tarjeta verde) de EUA abordaran vuelos en estas naciones. Unos 100 empleados y empleadas de Google podrían sentir los efectos de la medida y la compañía está movilizando recursos para asistirlas.
Muchas de estas personas habían salido de EUA por motivos profesionales.