Se llama Gerald Blanchard, Canadiense de nacionalidad, y se le consideraba uno de los rateros más hábiles del mundo, liberado tras 3 años en la cárcel y ahora reseñado en un fascinante artículo en Wired.

Según Wikipedia”, la policía lo describe como uno de las mentes criminales más sofisticadas del país, responsable por crímenes de alta tecnología en tres continentes. Elevando el robo a otro nivel. Adquiriéndole  sus asombrosas acciones fama internacional”.

Se distinguió por acciones dignas de película, como caer en paracaidas en un castillo en Viena para robar el famoso broche de perlas y diamantes conocido conocido el  Koechert Diamond Pearl. Blanchard sustituyó el broche por una imitación que había comprado en la tienda del castillo. Nunca hubo un disparo. Jamás un acto de violencia.

Detallista ciento por ciento, Wired describe un robo, “Completamente meticuloso, Blanchard había pasado muchas de las noches anteriores infiltrando el banco para hacer un reconocimiento o alterar los candados mientras que James vigilaba, patrullando con sus binóculos el vecindario, y enviándole actualizaciones mediante un walkie-talkie de banda encriptada. Había puesto un transmisor detrás de un enchufe eléctrico, una cámara miniatura en un termóstato, y un monitor de bebé tras la pared”.

¿Cómo cayó? Error de principiante. A finales del 2007, cuando estacionó el auto del crimen donde no debía, un guarda de Walmart anotó la placa del auto, reportándola a la policía. Había usado su nombre para alquilarlo.

En una redada a sus apartamentos, la policía confiscó, “60,000 documentos, efectivo de varias naciones, bombas de humo, armas, 300 dispositivos electrónicos, incluyendo impresoras comerciales de tarjetas, lectores de tarjetas y todo tipo de equipo de vigilancia”. Diez contenedores de materiales.

Blanchard fue liberado en enero del 2010 y está tratando de reconstruir su carrera como consultor de seguridad.

Artículo en inglés