Será julio pero ya algunos rateros de joyas han hecho su agosto.
Informa Michael Schwirtz en el New York Times que pistola en mano y con el rostro cubierto con un pañuelo, un ladrón entró en el Ritz Carlton InterContinental Hotel en Cannes, en la Riviera francesa, y salió con tremendo botín: joyas por un valor aproximado de US$50 millones de dólares.
Para dar un sabor de Hollywood al robo, dice el Times, el intercambio de dueños de la propiedad tuvo lugar en el mismo sitio donde Alfred Hitchcock filmó en 1955 “To catch a thief” — Grace Kelly y Cary Grant.
Apenas unos días antes, un miembro de la pandilla de rateros de joyas conocida como la Pantera Rosa — responsables por robos por cientos de millones de dólares joyerías a través del mundo se había escapado a balazos de un prisión suiza.
Anota el Times que relativamente pocos detalles han surgido acerca de las joyas robadas en Cannes, pero algunas agencias de noticias han informado de que se trataba de diamanetes de Leviev pretados para una exposición.
Recuerda el Times que hace poco, durante el festival de cine de Cannes, tuvieron lugar dos robos millonarios de joyas prestadas para las estrellas.
En tiempos recientes, el robo de joyas mas grande tuvo lugar, en el 2008 la joyería Harry Wiston, en París, donde un grupo de rateros hombres y mujeres, uno de ellos con una granada, se llevaron diamantes, anillos y relojes por un valor de US$110 millones.
Muchos de los diamantes aparecieron después en una tubería.
