No en el sentido higiénico de la palabra sino en que sus capacidades olfactivas son pésimas.
Escribe Kevin Spack de newser la psicopatía y la incapacidad de distinguir olores surgen del mismo sitio en el cerebro, el complejo orbitofrontal.
En un experimiento en Australia, dice, un equipo de investigadores puso a 79 psicópatas diagnosticados (pero no criminales) a oler cosas.
No pudieron detectar las diferencias entre casi nada.
Señala que mientras más aguda la enfermedad, peores las narices.
Así que si usted comienza a sospechar que alguien cercano podría ser un psicópata, hágale una prueba de olfato.