Muy lejos de las justas medievales en que tuvieron que haber participado sus ilustres antepasados.
Irina Walker, la tercera hija del exiliado rey de Rumanía Miguel I y quinta en la línea de sucesión al trono, ha sido arrestada por el vulgar crimen de organizar peleas de gallos, informa Bryan Denson en The Oregonian.
Según la acusación, Walker, junto con su marido John Wesley Walker, de profesión asistente al shérif, y otras cuatro personas, organizó decenas de eventos en donde gallos con cuchillas amarradas en las patas luchaban a muerte.
(No tenían recurso al pulgar levantado en señal de indulto como los caballeros de antaño).
Era una empresa bien montada, dice el periódico, que incluso tenía un árbitro y vendían concesiones.
Walker y su cuadrilla enfrentan cargos de operar un negocio de apuestas ilegales, de mantener empresas ilegales con peleas de animales, y de conspirar para violar la Ley Federal de Protección de los Animales.
Cada uno de los cargos conlleva una sentencia máxima de cinco años y una multa de US$ 250,000, dice The Oregonian.
Cosas de princesas.
Foto cortesía Yusuf LJesselldijk via flickr
