Trump presionadoNEW ORLEANS, LOUISIANA — La noche del sábado 17 de noviembre, después de la primera semana de audiencias públicas de impeachment, las cosas empeoraron para Donald Trump con la derrrota de Eddie Rispone candidato a gobernador del estado de Louisiana. No obstante tres visitas presidenciales al estado (con los típicos mítines de Trump), rodeado de los grandes capos republicanos, el demócrata John Bel Edwards ganó.

En 2016 Trump había barrido aquí coni 20 puntos porcentuales.

Candidatos respaldados por Trump han perdido antes, más recientemente en Kentucky. Pero aquí había mucho más en juego, ilustrado por las visitas recientes, e innumberables mensajes por Twitter, incluyendo la súplica que votar por Rispone sería un mensaje de apoyo al presidente y rechazo al impeachment.

No fue así. Otro tortazo — quizás señal de que apostarle a Trump trae consigo enormes riesgos.

Además de la derrota en Louisiana, Trump tuvo que sufrir la discusión 24/7 en los medios de los testimonios de diplomáticos de carrera. WIlliam Taylor y George Kent denunciaron los intentos de Trump de chantajear o sobornar al gobierno de Ucrania para que investigara a Joe Biden y su hijo hunter a cambio de asistencia militar. Esta es una de las acusaciones al president.

Taylor soltó una bomba cuando dijo que su asistente David Holmes estuvo presente en un restaurante durante una llamada entre Gordon Sondland y el presidente Trump cuando se discutieron las demandas a Ucrania. Días después, el comité que dirige el proceso de impeachment entrevistó a David Holmes en sesión cerrada, y éste no solo confirmó las  aseveraciones de Taylor, sino que han salido más testigos. (Otros han cuestionado las fallas de “seguridad” al hacer llamadas desde un restaurante).

El viernes Marie Yanovitch, con una carrera de 30 años en diplomacia de EUA, testificó en sesión abierta. En medio de éste testimonio, Donald Trump envió un mensaje por Twitter atacándola. Acto seguido, Adam Schiff, el congresista por California que dirige las investigaciones, suspendío la audiencia y leyó el mensaje del presidente.

Hasta Fox News, organo de propaganda de la administración, tuvo que distanciarse de lo que puede considerarse intimidación de testigos. Y podría ser otro artículo más del impeachment.

Todo esto crea enormes tensiones en Trump, según informes. Grita. Regaña. Gesticula. Se fustra. Insulta. Calumnia.

Y los republicanos en el Congreso que lo defienden no saben qué hacer. Entonces gritan. Regañan. Gesticulan. Se frustran. Insultan. Calumnian.

Y a medida que todo esto sale a luz pública, cobra vigencia una discusión que por ahí flota: ¡Que no está bien de la cabeza el presidente de EUA!

(Y no dijimos nada sobre los impuestos del presidente).

Otra semana que pasó en EUA — y ¡lo que viene la próxima está aún más emocionante!

Imagen cortesía Donkie Hotie