Los políticos de ambos lados lo anuncian como casi inevitable, el presidente de EUA amenaza y acusa, el público lo anticipa. Las agencias gubernamentales comienzan a analizar sus efectos potenciales.
Pero hasta el momento pocos han dicho qué significaría si se suspende toda actividad gubernamental este viernes a la medianoche.
Jim Newell de Gawker intenta darnos una idea sobre a qué atenernos. Dice que unos 800,000 empleados de las agencias gubernamentales se quedarían parados, sin salarios, ni prestaciones como seguro médico. Igualmente, afectaría al resto de la nación que tiene que ver con alguna agencia del gobierno: desde el cheque por el seguro social, a un pasaporte, al correo — a todo.
Publica una serie de cartas de empleados de agencias como la seguridad nacional, el seguro social, contratistas del ejército, agencias para servicios comunitarios.
Las cartas comunican gran preocupación por parte de los empleados. Las agencias mismas vienen dedicando gran parte de su tiempo para esta debacle.
Entre todo el pesimismo, señala Gawker, brilla un rayito de optimismo: que cuando reanude el gobierno sus actividades, se pague retroactivamente a los empleados parados. Algo difícil, sin embargo, ya que el cierre gubernamental se debe a reducciones presupuestales,
