El tradicional “viernes negro”, cuando el día después de Thanksgiving las grandes tiendas de EUA reducen sus precios drásticamente y se da inicio a la temporada de vendas navideñas, comenzó en algunas ciudades con protestas sobre la muerte del adolescente negro Michael Brown.

Según una nota de la Reuters, en un Wal-Mart cerca de Missouri, manifestantes comenzaron a gritar “Manos arriba, no disparen”, la consigna del movimiento que se creó a raíz de la muerte del joven.

La policía dispersó a los activistas que se desplazaron a Target, dice.

Es una nueva táctica en el movimiento que protesta la decisión de un Gran Jurado de no formular cargos criminales contra Darren Wilson, el policía que mató al joven desarmado.

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