Al llegar uno de los 37,000 empadronadores del primer censo en Hungría en diez años a una residencia, responde a la puerta una mujer altamente sexy, sin nada arriba, en panties rojos y con un látigo en la mano.
Pregunta de qué se trata.
El empleado del censo, al ver que están muy ocupados en esa residencia, ofrece: “No se preocupe. Puede llenar sus datos en línea”.
Ella pregunta a alguien en el interior, quien parece estar atado.
Afirmativo. Responderá en línea.
Con ese anuncio, explica la Reuters, el gobierno de esa nación busca convencer a los usuarios de internet a usar ese medio para llenar su planilla del censo.
Un funcionario de las Oficinas Centrales de Estadísticas dijo a la Reuters que, “Queremos llegarle a la generación joven e internet es más de esta generación, usa el idioma de ellos”.
El censo tendrá lugar durante el mes de octubre, dice.
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