Marcharán hasta Albany por el Dream ActLa decisión, divulgada casi en secreto el mes pasado, de que la Casa Blanca ha decidido negar los beneficios de la Ley de la Salud a los jóvenes indocumentados que se acojan al programa de deportaciones diferidas ha enfurecido a muchos defensores de los hispanos y los inmigrantes, quienes dicen que las restricciones están en desacuerdo con las palabras recientes del presidente Obama, informa Robert Pear en el New York Times.

El presidente Barack Obama anunció en junio que los jóvenes indocumentados que habían vivido la mayor parte de sus vidas en EUA que cumplieran ciertos requisitos no serían deportados y podrían continuar sus estudios y obtener empleos legalmente.

Pero, dice el Times, nunca se habló del seguro médico.

Dice que a finales de agosto el gobierno emitió una medida que, al excluir a estos jóvenes inmigrantes de la definición de “legalmente” en su estadía en EUA, no serían elegibles para el seguro Medicaid o ni el Programa de Seguro Médico Infantil.

Funcionarios del gobierno dijeron que consideran que la iniciativa de inmigración y la cobertura de salud como asuntos separados.

Kathleen Sebelius, secretaria de Salud y Servicios Humanos, escribió en el Registro Federal de que las razones ofrecidas por la iniciativa de la inmigración “no pertenecen a la elegibilidad para Medicaid”, el programa infantil de la salud o los subsidios federales para comprar un seguro de salud privado, dice el Times.

Marielena Hincapié, directora ejecutiva del National Immigration Law Center, un grupo que ayuda a jóvenes inmigrantes de bajos ingresos, manifestó su repudio a la medida.

“Veníamos trabajando de cerca con la administración y nos ha causado gran sorpresa y conmoción ver las nuevas restricciones sobre la cobertura de salud. Es una política miope, reaccionaria y mala”.

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