En su tercero y último día en La Habana, el ex presidente de EUA Jimmy Carter mantuvo su intenso horario, no obstante su edad.

Sostuvo entrevistas con el presidente cubano Raúl Castro y más tarde con Fidel. También el ex mandatario norteamericano dialogó con los líderes de la oposición cubana en la isla, como Damas de Blanco, blogueros como Yoani Sánchez y otros opositores como Osvaldo Payá, premio Sajarov de derechos humanos.

“Fue un encuentro de gran cercanía. El quiere expresar su solidaridad y reconocimiento hacia el movimiento de derechos humanos y la sociedad civil emergente. Es otro episodio de su coherencia ética y de su irrenunciable compromiso con la causa de los derechos fundamentales”, declaró el opositor Elizardo Sánchez.

Carter pidió la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Yaoní Sánchez, bloguera de Generación Y, presentó a Jimmy Carter un regalo simbólico, junto con la siguiente carta:

La Habana 30 de marzo de 2011

Señor Jimmy Carter:

En nombre de varios bloggers alternativos y de otras personas de la sociedad civil cubana, queremos entregarle este presente. Se trata de una  muestra pequeña de los alimentos que trabajadores por cuenta propia logran hacer a partir del maní, palabra con la que en Cuba nombramos al cacahuete, ese fruto seco que usted conoce tan bien.

A lo largo de medio siglo, el maní ha sido uno de los pocos productos que ha escapado del control planificador de nuestro estado. Incluso en los días más duros del llamado período especial una de las pocas cosas que podía comprarse en mercado libre producido por personas independientes eran estos cucuruchos y confituras que hoy aquí le entregamos. Hubo momentos en que tuvo que pasar prácticamente a la clandestinidad y el tradicional pregón de “maní, el manisero llegó…” se convirtió en una frase susurrada en los oídos de los clientes.

Este transgresor alimento popular, al alcance de todos los bolsillos, se ha erigido en emblema de la resistencia ciudadana ante las pretensiones totalitarias, en un reducto de creatividad e ingenio ante el centralismo y el control. He aquí el maní, un vencedor de las dificultades, un porfiado desobediente transformado ahora en símbolo de unión, en punto de confluencia entre su pueblo y el nuestro.

Enlace a blog de Yaoní Sánchez

Gráfica: obsequio presentado a Jimmy Carter