Siete de los 11 condenados a muerte en el estado de Connecticut han entablado un pleito en que piden la conmutación de sus sentencias luego de que el estado suspendiera la pena capital a comienzos de año.
Según un despacho de la Associated Press, los reos aseguran que prejuicios raciales y geográficos afectaron las sentencias que les fueron impuestas.
Se basan en un estudio de la Universidad de Stanford que indica que, entre 1973 y el 2003 en Connecticut, un número desproporcionado de miembros de minorías étnicas recibieron la pena de muerte en casos de asesinatos a víctimas blancas.
Según la AP, 11 reos están en lista de espera para ser ejecutados por el sistema penal de Connecticut, cuatro de raza blanca, seis afroamericanos y Hispano.
Artículo en inglés
Foto cortesía de Scott Clark via flickr