Los oradores del martes por la noche en la convención republicana han logrado su cometido de emocionar a los participantes y, en cierta medida, compensar por la deficiencias de Mitt Romney por su incapacidad de conectar con la gente común y corriente.
Al menos durante el martes por la noche, cuando se dirigieron a los miles de asistentes y a decenas de millones de televidentes en los principales canales de la nación.
En letras de luces la cartelera presentó los nombres Ann Romney, esposa de Mitt y madre de sus 5 hijos, y Chris Christie, el combativo gobernador de New Jersey y, según informes, en la “lista corta” de posibles candidatos presidenciales.
Ann Romney pronunció un discurso conmovedor que, en opinión de Molly Ball de Atlantic le robó el escenario a Chris Christie, que la siguió. “No podía en un solo discurso arreglar los déficits de su marido, mucho menos sus obvios problemas con el voto de la mujer. Pero logró, al menos por el momento, dar una nota de brillo a una convención que se ha distinguido por un rencor fuera de lo común”.
Fue un “discurso maravilloso” que muestra una “auténtica adoración” de su marido, escribe John Dickerson at Slate. “Podría hacer mucho por el candidato con los votantes que aún no se han decidido, pero únicamente si ven el discurso en lugar de escuchar sobre éste de segunda mano. Romney todavía tiene romper la barrera de la confianza”.
El discurso de Ann estuvo “bien”, pero el discurso “grande”, “cargado de esperanza” de Chris Christie fue el evento de la noche, escribe Peggy Noonan en el Wall Street Journal. “Dijo que el pueblo estadounidense puede darle vuelta al país, que la nación quiere candidatos que digan la verdad, que aceptarían seguir recetas difíciles si parecen basadas en la realidad”.
Christie “habló como un hombre común y corriente”, pero “él lo hizo con una mente alta y desenmascaró la hipocresía de los reaccionarios en los sindicatos de profesores”, escribe.
Christie sorprendió a muchos asistentes al pasar mucho más tiempo hablando sobre su visión sobre el futuro del partido que sobre Romney u Obama, escribe Maggie Haberman en POLITICO. Fue un recordatorio de que al gobernador de Nueva Jersey “se le sigue viendo como uno de los futuros líderes de un partido que cree que ésta es una elección que se puede ganar, pero abrigaba la esperanza de que Romney pudiera librar una campaña diferente, más agresiva”.
Artículo en inglés: Atlantic
Artículo en inglés: Slate
Artículo en inglés: Wall Street Journal
Artículo en inglés: POLITICO
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