Es un animal bastante grande que, para su fortuna, hasta el momento sigue libre. Pero, informa The Telegraph, si cae en manos de un tribunal rabínico en Jerusalén sufriría la muerte por lapidación, sentencia que fue emitida en su ausencia.
La razón es que los rabinos creen que dentro del perro habita el alma de un abogado al cual la corte había lanzado la maldición de reencarnar como perro. Los rabinos creen que ha venido a vengarse.
The Telegraph detalla:
“Un perro grande ingresó a la Corte de Asuntos Monetarios en el barrio judío ultra Ortodoxo de Mea Shearim in Jerusalén asustando a jueces y demandantes.
“Uno de los jueces recordó entonces que la corte había emitido una maldición contra un abogado laico por insultar al tribunal hace dos décadas.
“El castigo que habían preferido era que el espíritu del abogado se mudara al cuerpo de un perro, animal considerado impuro en el judaismo tradicional.
“Claramente ofendido todavía, uno de los jueces sentenció el animal a muerte, lapidado por los niños del área”.
Pero la sentencia no se ha podido ejecutar porque no se sabe donde está el animal que tanto los asustó.
Artículo en inglés
Foto cortesía de mark watson via flickr
