Prepárese a llorar: casi 30 años después de la terrible masacre de las Dos Erres, en el Petén, Guatemala, donde murieron entre 201 (documentados) y 500 personas, padre e hijo se reúnen.

Fue gracias al trabajo de investigación conjunto por equipos de “This American Life”, “ProPublica” y la Fundación de MEPI que este milagro ha sido posible.

Ni Tranquilino Castañeda, ni su hijo Oscar Ramírez Castañeda, sabían que el otro estaba vivo.

El lunes de esta semana, don Tranquilino tomó el primer avión a Newark donde le esperaban hijo, nuera, nietos y la indescriptible emoción de saber que había pasado esa larga y oscura pesadilla.

Foto pantallazo

[vsw id=”4mC38Qn-aUg” source=”youtube” width=”425″ height=”344″ autoplay=”no”]