Niños indocumentados en Arizona“Existe entre la clase política un fatalismo sobre la reforma migratoria, impulsado por Obama al decir que el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, comentó que no iba a ninguna parte”, escribe en Al-Jazeera America Jill Lawrence argumentando que la crisis ha creado oportunidades inesperadas de que alcanzar tal reforma.

“[..] estrategas de ambos lados me han dicho que lograrlo este año no es 100% imposible — si los demócratas presionan por algo más que controlar los efectos de la crisis y si tiene lugar una conversación entre Obama y los republicanos”.

Lawrence sugiere que aquellos en partido republicano a quienes les preocupa parecer demasiado blandos sobre la inmigración deben centrar su atención en la rápida erosión de su apoyo en la comunidad latinoamericana. “En una encuesta de ABC/Washington Post, sólo el 23% de los encuestados aprobaron la manera cómo los republicanos están manejando la situación de la frontera  — incluso peor que la calificación a Obama. Al simplemente negarse a aprobar los fondos reforzaría la la imagen de un partido que no está interesado en
soluciones. Y el debate sobre qué hacer con los niños está poniendo de relieve las fisuras entre la línea dura y los que quieren la reforma, igual que la percepción de que el Partido Republicano es hostil a los inmigrantes”.

Artículo en inglés