El baile del futuro se llama el gusano y todos tenemos que aprenderlo. Incluso los robots, como muestra el que vemos en el video, que tiene la flexibilidad como pocos.
Se mueve a base de aire que le entra a cada pierna. Los investigadores de Harvard que lo mantienen vieron en animales como pulpos y estrellas de mar un cuerpo suave, que puede ponerse de pie, echarse, rodar dentro y fuera de sitios.
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Este robot coqueto se llama Qbo. Acaba de verse en el espejo. Producido por Corpora Robotic Co. puede aprender a reconocer objetos y rostros. Aquí identifica a una persona, luego la foto de un pingüino. Pero al verse, no se reconoce en el espejo. Pero esto no es motivo para alarmarse ya que son pocas las especies animales que logran reconocerse en un espejo.
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Estos cuadrocópteros, desarrollados en la Universidad de Pennsylvania, colaboran entre sí. Trabajan en enjambres y aquí construyen una torre con vigas magnéticas. Lo impresionante es su capacidad de volar juntos a un área pequeña y colaborar en proyectos mucho más grandes que ellos. Ahora, la idea de que robots vuelen por encima nuestro con vigas pesadas, no nos trae mucha confianza.
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Otros robots que trabajan en equipo los ha producido el Instituto para Sistemas Dinámicos y Control de Zurich en Suiza. Igual muestra la capacidad de los robots voladores de realizar un trabajo de colaboración en espacios cerrados. Los cuadrocópteros vuelan en formación sin chocarse. La primera parte vuelan a un sitio determinado de antemano; la segunda a sitios al azar.
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