Carlos F. Torres, director El Molino Online
Carlos F. Torres, director El Molino Online

Nuevamente un grupo de naciones occidentales se prepara para intervenir en un conflicto en el Medio Oriente. Nuevamente la justificación es una atrocidad presuntamente cometida por un gobierno.Nuevamente dicen que las pruebas son incuestionables.

Nuevamente los grandes medios de comunicación hacen estridentes llamados a la intervención.

Nuevamente un sector del mundo cuestiona estas mismas pruebas — unos dicen que la evidencia pudo haber sido fabricada, otros que los mismos rebeldes de los cuales amplios sectores no disimulan sus simpatías con Al Qaeda pudieron haber cometido el vil acto. Incluso se ha dicho que Assad no sería tan bruto para cometer un acto que sabía le ganaría una intervención de EUA.

Esta vez se trata de Siria, un gobierno que, sin ser enemigo, nunca ha sido un aliado fiel y servil de occidente.

Esta vez corresponde el honor a Francia que, alineada en apoyo a los planes expuestos por el gobierno de Barack Obama y, desde el otro lado de la mancha por el inglés David Cameroon, de anunciar que se van a la guerra contra Siria.

François Hollande afirmó que no tiene duda de que “fue el régimen quien cometió ese acto abyecto que lo condena definitivamente ante los ojos del mundo”, dice Radio Francia Internacional

Ante lo que llama evidencia contundente, el presidente socialista declaró que: “Francia está dispuesta a castigar a quienes tomaron la decisión infame de gasear inocentes”.

Esta vez, según informa RFI, los países occidentales ni siquiera se van a molestar por pasar por el Consejo de Seguridad de la ONU, donde sus planes serían obstaculizados por Rusia y por China.

Los rusos porque son aliados del gobierno sirio y han dicho en repetidas ocasiones que no hay prueba convincentes de que el gobierno sirio llevara a cabo los ataques con gas; los chinos porque en principio no concuerdan con que la ONU se use con fines bélicos.

Parece haberse ya tomado la decisión de cambiar el diálogo (que nunca hubo) por las bombas “[…] en razón de la casi certeza que tienen las capitales occidentales de que en las afueras de Damasco sí hubo la semana pasada un ataque químico y que éste fue cometido por el régimen”.

El Reino Unido está trazando los planes para una operación militar.

Otros informes de prensa hablan de la armada de EUA tomando posición y aviones bombarderos llegando a Chipre.

El presidente sirio Bashar al Assa ha advertido que una intervención militar en Siria tendría repercusiones “catastróficas” en el Oriente Medio y el norte de África.

Entre el rugir de los portaaviones y sus misiles, las declaraciones de secretarios de estado, primeros ministros, y los combativos discursos de presidentes socialistas nadie ha dicho qué pasará el día después de que tenga lugar otro ataque occidental más en el mundo musulmán.

Sobre ello, lo único que pueden decir es “Alea iacta est”.