Desde el terremoto de 9 grados de intensidad y el tsunami del 11 de marzo, la central nuclear de Fukushima Daiichi ha sufrido explosiones de hidrógeno, incendios, sobrecalentamiento de las barras gastadas de combustible, fugas de materiales radiactivos y ahora la agencia de energía atómica en el Japón acaba de anunciar la existencia de posibles grietas en el núcleo de un reactor, con fugas aún mayores, escriben Go Onomitsu y Takashi Hirokawa en Bloomberg News.

Dicen que los niveles de radiactividad en el agua del reactor son 10,000 veces más altos que lo normal, lo cual presenta serias dificultades para el drenaje necesario para continuar con las reparaciones. Dos trabajadores de la central han sido hospitalizados por entrar en contacto con el agua contaminada.

La exposición a la radiación de cesio-137 aumenta el riesgo de cáncer y en altas dosis puede causar quemaduras graves incluso la muerte, explican.

La única noticia alentadora en días recientes, agregan, ha sido la reanudación de la corriente eléctrica en la central, lo cual ayuda en las labores de enfriamiento de los reactores que vienen sobrecalentándose por días.

Los principales problemas en este momento ocurren en la turbina No 3.

Igualmente, el gobierno ha pedido a los habitantes que vivan en las 18 millas de la central que evacúen voluntariamente. “Cada día es más difícil llevar suministros y la vida es cada día más dura”, dijo un funcionario del gabinete.

Por otro lado, informa NHK World que el saldo oficial entre muertos y desaparecidos es de 27,000 personas, la mayoría de ellas en las prefecturas de Miyagi, Iwate y Fukushima. Más de 200,000 personas están en centros para refugiados, y otras 30,000 han evacuado sus regiones, dice.

Artículo en inglés Bloomberg

Artículo en inglés NHK

Foto cortesía de abodeofchaos via flickr