CANDADOEli Lake de Daily Beast explica la dinámica detrás del mayor ataque por internet en la historia que ha afectado el servicio para millones de personas y ha causado un enorme embudo de datos a través del planeta.

Este último episodio, dice, es otra batalla más en la guerra entre dos facciones: por un lado, proveedores de servicio de internet a quienes no les preocupa si algunos de sus clientes distribuyen spam; por el otro, grupos que se dedican a desenmascarar a los primeros, en un intento por impedir que invadan los buzones de usuarios y, en última instancia, sus cuentas bancarias.

En esta última andanada, dice Daily Beast, los hackers llevan la delantera tras haber lanzado la operación de denegación de servicio (DDoS) más grande en la historia, bombardeando con 300 mil millones de bitios al segundo los servidores que, al no poder procesar los datos, se trancan.

Esto a su vez afecta a otros ordenadores y así sucesivamente hasta llegar a donde estamos: una tortuga llamada internet.

Daily Beast habla con Sven Olaf Kamphuis quien dice ser portavoz del grupo Stophaus — formado por compañías colocadas en la lista negra por Spamhaus, basada en Ginebra y que se dedica a combatir el spam. 

Kamphuis, conocido internacionalmente como programador en el 2010 acaparó titulares por su relación con Pirate Bay, una página que ha sido reprimida por el gobierno de Suecia por violaciones a los derechos de autor. 

Kamphuis denuncia la intervención del gobierno en todo lo relativo con internet.

Además de Kamphuis, Daily Beast entrevista a Erik Bais, dueño de A2B-Internet, proveedor de servicio de internet.

Bais dice que su compañía proveía servicios para CB3ROB (la compañía de Kamphuis), que a su vez proveía servicios para Cyberbunker, empresa que podría haber dado hosting a algunas páginas cuestionables. 

Pero Cyberbunker no enviaba spam, asegura.

Cuando Spamhaus colocó el protocolo de Internet (IP) de Cyberbunker en la lista negra, incluyó otras 4,000 direcciones que Bais asesgura no tenía nada que ver con Cyberbunker ni CB3ROB. “Esto fue extorsión”, dijo Bais. “Tan pronto soltamos las direcciones IP para CB3ROB, Spamhaus inmediantamente soltó las otras direcciones que no tenían nada que ver con el spam”. Mientras tanto, muchos de los clientes de Bais no pudieron usar el correo electrónico debido a la lista negra.

Dice Daily Beast que aunque Stophaus ha efectuado un cese al fuego, otros grupos e incluso algunos gobiernos, siguen atacando.

Daily Beast intentó pero no logró comunicarse con Spamhaus.

Básicamente, han logrado romper internet y todos sentimos las consecuencias.

Artículo en inglés