Dolorosos recuerdos del genocidio en Ruanda de 1994 se vivieron en el juicio en New Hampshire, EUA, de una mujer acusada de participar en la matanza de 800,000 personas de la etnia Tutsi.
Informa Chris McGreal en The Guardian que un jurado dictaminó que Beatrice Munyenyezi, de 43 años, encubrió el papel que ella y su familia jugaron en el genocidio cuando obtuvo asilo, y eventualmente la ciudadanía, en EUA hace una década.
Beatrice Munyenyezi ha sido despojada de su ciudadanía estadounidense y ahora enfrenta 10 años en la cárcel, tras los cuales podría ser deportada.
Actualmente está presa en una cárcel de New Hampshire.
Según testigos presenciales, en un retén frente al hotel donde se hospedaban ella y su familia, ella misma detenía los autos y señalaba a quién matar y asesinar.
Dice The Guardian que la suegra de Munyenyezi — alta funcionaria de la etnia Hutu — junto con el marido, purgan sentencias de vida sentenciados por crímenes contra la humanidad.
Según The Guardian, el capataz del jurado dijo que ella y sus compañeros miembros del jurado lloraron al alcanzar el veredicto, que se produjo tras nueve días de escalofriante testimonio sobre los asesinatos en masa.
Puede que Beatrice Munyenyezi no haya participado a los mismos niveles que su marido y su suegra — pero ella estaba en los retenes verificando las identificaciones de la gente que iba a ser masacrada. “Siento que tomé la decisión correcta, pero pesa tanto sobre nosotros”.
Deportarla a Ruanda, dicen los abogados de Muyenyezi, sería lo equivalente a una sentencia de muerte.
Foto: Memorial a las víctimas, Wikipedia
