Abogado constitucional y candidato presidencial, en agosto del 2007 Barack Obama pronunció un discurso que quizás prefiera no recordar.
Informa Peter Baker en el New York Times que en aquel entonces el candidato, hablando sobre la lucha contra el terrorismo, se comprometió a controlar los excesos del gobierno. “Ello significa no más monitoreo ilegal de ciudadanos estadounidenses […] No más cartas de seguridad nacional para espiar sobre ciudadanos de los que no se sospecha ningún crimen”.
Del dicho al hecho ha habido un enorme trecho, dice el Times.
Ahora, Obama es el presidente que encabeza un “niveles de vigilancia por el estado que algunos de sus asesores consideran están nuevamente fuera de control”.
El viernes, dice el Times, el presidente defenderá el espionaje del gobierno en un discurso en el Departamento de Justicia.
“Es difícil expresar indignación sobre las acciones del gobierno después de haberlo manejado durante cinco años”.
Apunta el Times que una vez fue electo presidente, los temas de la vigilancia no fueron prioridad para Obama, a quien le sorprendieron los niveles de espionaje divulgados en las filtraciones de Edward Snowden.
