Fue uno de los personajes más influyentes y poderosos en el gobierno del ex presidente Felipe Calderón, escribe Alberto Nájar de la BBC en una nota que publica Animal Político.
Ahora la suerte de Genaro García Luna ha cambiado.
La orden de liberación por la Suprema Corte de Justicia de México de la francesa Florence Cassez, acusada de secuestro y encarcelada por siete años, ha producido una tormenta política en que zozobra la imagen del antiguo hombre fuerte del gobierno.
“Los ministros (jueces) de la Corte establecieron que un montaje televisivo, organizado por policías al mando de García Luna, contaminaron el juicio contra Cassez y obligaron a suspender la sentencia de 60 años de prisión que había recibido”.
García Luna dijo que su montaje fue una “recreación a petición de los medios”, con quienes siempre mantuvo una estrecha relación.
Amplios sectores de la opinión mexicana ahora exigen que rinda cuentas y las posibilidades de que él mismo se siente en el banquillo del acusado son reales, dice la BBC.
“Incluso senadores del Partido Acción Nacional (PAN), que encabezó el gobierno anterior, cuestionaron el papel del ex secretario”, agrega.
Dice José Reveles, autor del libro El Cartel Incómodo, que critica el papel del ex secretario en la guerra contra el narcotráfico.
“Era el intocable del gobierno, un policía de consigna que cuidaba sus intereses y servía como mensajero del poder”.
Dice la BBC que la irregularidad en el caso de la francesa no fue la primera vez que habían sido denunciadas las prácticas mediáticas de García Luna.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), por ejemplo, había criticado la costumbre de mostrar ante los medios a muchos detenidos que inicialmente se presentaban como líderes de bandas y carteles para luego ser absueltos.
¿Y qué dice de todo estos Genaro García Luna? Hasta el momento ni una sola palabra.
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