Screen Shot 2013-01-02 at 5.18.08 PMPublicado en inglés el 13 de marzo del 2013 en la revista The Nation bajo el título “Surprise! Ten Years Ago Many Top Newspapers Did Oppose the US War Against Iraq”. Traducido con autorización especial. Por Greg Mitchell.

 El décimo aniversario del inicio de la guerra de Irak llega la semana que viene, pero la cobertura en los principales medios de comunicación ha sido sorprendentemente escasa. (Yo ya he publicado más de una docena de notas aquí.) Lo que probablemente escucharemos más entre aquellos comentaristas que encuentren el tiempo este año es que George W. Bush pudo haber tomado una decisión errada, pero se lanzó a la guerra con el apoyo abrumador de la opinión pública y de la prensa.

De hecho, se trata de un mito.

Greg_MitchellEs cierto que las encuestas mostraban que los estadounidenses creían que Saddam tenía armas de destrucción masiva — algo que no es de extrañar, dada la engañosa propaganda de la administración Bush — y estaban listos a apoyar una invasión en algún momento si se llegaba a ese punto. Pero la mayoría de las encuestas también mostraron una división alrededor de 50/50 entre los que querían apresurarse a comenzar la guerra, y los que querían esperar por más diplomacia o por dar a los inspectores de las Naciones Unidas más tiempo para trabajar. (Recuerde que no habían encontrado nada y el presidente los había retirado).

Otro mito: los periódicos de la nación en sus páginas editoriales apoyaron la invasión firmemente.

Probablemente le sorprenda saber que en los últimos editoriales previos al ataque, al menos un tercio de los periódicos más importantes de este país se pronunciaron en contra de que el presidente Bush nos llevara a la guerra en ese momento. Es posible que muchos de los periódicos hayan metido las patas en su cobertura sobre las armas de destrucción masiva, y sólo tímidamente plantearan dudas sobre la necesidad de la guerra –ver mi nuevo libro sobre la mala práctica por parte de los medios de comunicación antes y durante la guerra, So Wrong for So Long — pero cuando vino el empuje hace diez años querían esperar más tiempo antes actuar contra Saddam, o no hacer nada en absoluto.

“Al parecer por primera vez en la historia moderna, el gobierno de EUA está dispuesto a lanzarse a la guerra no sólo sin tener el apoyo de muchos de sus principales aliados en el extranjero, pero también sin el apoyo entusiasta de la mayoría de los principales periódicos domésticos”, escribimos en Editor & Publisher Ari Berman, ahora en The Nation, y yo el 19 de marzo de 2003. Berman acababa de completar su quinto y último sondeo antes de la guerra de las posiciones editoriales de los cincuenta principales periódicos.

Yo había sido crítico de la cobertura general por parte de la prensa — y durante años la mayoría de escritores de los editoriales y expertos apoyaron la aventura — pero al menos hubo cierto tipo de protesta en vísperas de la invasión.

Después del ultimátum de 48 horas de Bush a Saddam Hussein el 17 de marzo, los periódicos tuvieron su última oportunidad para pronunciarse antes de que comenzara la guerra. De los cuarenta y cuatro periódicos que publicaron editoriales sobre la guerra, alrededor de un tercio reiteró un apoyo firme a la Casa Blanca, un tercio reiteró su oposición permanente a la guerra y el resto — ante la inutilidad de debate adicional — adoptó un enfoque más filosófico.

Pero al final, la mayoría coincidió en que la administración Bush había manejado mal la crisis. La mayoría de los periódicos criticó duramente los esfuerzos diplomáticos de Washington — colocando al país al borde de una guerra preventiva sin el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU — y expresó temores por el futuro a pesar de una victoria inevitable.

Las páginas editoriales, que en algún momento fueron ambiguas, esta vez fueron directo al grano. “Esta guerra corona un período de fracaso diplomático terrible”, sostuvo The New York Times, “lo peor de Washington en menos de una generación. La administración Bush ahora preside un poderío norteamericano sin precedentes. Lo que corre el riesgo de despilfarro no es el poder de estadounidense, sino una parte esencial de nuestra gloria”.

Otros periódicos fueron todavía más directos. The Baltimore Sun, consistentemente uno de los opositores más apasionados contra la guerra, comenzó su editorial: “Esta guerra está mal. Está mal como cuestión de principio, pero, más importante aún, está mal como asunto práctico de política”.

USA Today le pidió a Bush por fin que revelara los riesgos, costos y cálculos de gobierno democrático para  Irak, mientras que el St. Louis Post-Dispatch se preguntó “cómo sería la ‘entrada pacífica’ de 280,000 tropas”. The Arizona Republic en Phoenix, dijo que Bush y su “coalición de los dispuestos”, al presionar a los franceses “han dejado a las Naciones Unidas por los suelos”.

El Houston Chronicle dijo que seguía “sin convencerse” de que el ataque era preferible a la contención, y el Orange County Register de Santa Ana, California, declaró que estaba “sin persuadir” de que la amenaza planteada por el “vil” Hussein justificaba la acción militar ahora. El Mercury News de San José (California) escribió: “La guerra podría haberse evitado, si la administración hubiera sido sincera sobre evitarla”.

Incluso un periódico de línea expresó su crítica. “La guerra se llevara a cabo con menos apoyo de lo que la causa debería haber exigido”, escribió The Washington Post, al apoyar el ataque. “La administración Bush ha aumentado los riesgos mediane su insistencia en acelerar el calendario, su retórica exagerada y su diplomacia insensible; ha alienado a sus aliados y multiplicado el número de manifestantes en las capitales extranjeras”.

Hasta el último momento siempre hubo un grupo de aproximadamente una docena de periódicos que apoyó firmemente el cambio de régimen como el único vehículo aceptable hacia el desarme de Irak. Entre ellos The Wall Street Journal, el New York Post, el New York Daily News, el Chicago Sun-Times y el Boston Herald. Continuaron su alabanza del presidente durante esa semana y celebraron el hecho de que “el régimen de Saddam Hussein está condenado”, como The Kansas City (Missouri) Star lo puso.

La mayoría de los periódicos, sin embargo, se mantuvo profundamente preocupada por la posición en que se encontraba EUA. Incluso periódicos del tamaño de Los Angeles Times, The Oregonian de Portland, y Newsday de Melville, Nueva York, que habían defendido durante mucho tiempo (o en menos aceptado) el uso de la fuerza para desarmar a Hussein, criticaron al presidente cuando se disponía a enviar a los hombres y mujeres jóvenes a la guerra.

“El camino hacia la guerra inminente ha sido accidentado, torpemente transitado por la administración Bush”, escribió The Buffalo News. (Margaret Sullivan, la directora entonces, ahora es la directora del público en The New York Times). “La coalición global contra el terror forjada después de las atrocidades del 11 de septiembre está prácticamente desintegrada. La explicación de por qué Irak representa una amenaza inminente que requiere una acción inmediata no ha sido clara ni convincente “.

Una edición actualizada y ampliada  del libro de Greg Mitchell’s So Wrong for So Long, con un prefacio por Bruce Springsteen acaba de ser publicada.

Artículo en inglés