Según el titular de Daily Mail, mejor que Bill Clinton no hubiera contratado a la joven chica que trabajó como interna en el verano del 2006 en las oficinas de la entonces senadora Hillary Clinton en Albany, New York.
Porque aunque Sammie Spades tenía enormes ganas de estudiar leyes para comenzar una carrera en el mundo político, como su jefa, mujer que admiraba entonces y sigue admirando, su vida tomó otro rumbo.
Igual que canta Rubén Blades, “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, esta joven sorprendió a todos y en la actualidad, lejos de ser abogada o candidata, es una estrella de pornografía.
Ha protagonizado en una creciente lista de películas con cuantas XXXX pueda imaginar.
Su cambio de orientación, dice Daily Mail, respondió a necesidades económicas. Su nueva industria paga muy bien, dice.
Estrella de porno o no, dice que sigue admirando y respetando a la Secretaria de Estado Clinton.
