Barbara Piaseka JohnsonBruce Weber publica en el New York Times un obituario sobre Barbara Piasecka Johnson, la inmigrante polaca que llegó a New York en 1968 con unos US$200 en el bolsillo y llegó a casarse con un magnate 42 años mayor que ella quien le dejó una herencia de cientos de millones de dólares.

Dice que a la muerte en 1983 de J. Seward Johnson Sr., (Johnson & Johnson productores de las curitas Band-Aid y el talco) se abrió la batalla “mas grande, costosa, fea, espectacular y visible” entre los hijos del finado millonario y la inmigrante polaca, llamada afectuosamente Basia.

Barbara Piaseka Johnson, dice el Times, conoció a su marido cuando obtuvo empleo en su mansión.

Para 1969, dice el Times, el magnate le había puesto un apartamento en Manhattan y pagaba los estudios de arte ella en New York University.

Más tarde, divorciaría su esposa y madre de sus hijos, y Barbara Piasecka Johnson comenzó a acumular una impresionante colección de arte, que incluía tapetes flamencos, muebles del siglo XVIII, dibujos de Rembrandt, Botticelli, Fra Angelico, Raphael y otros.

“Juntos construyeron una propiedad de 140 acres en Princeton valorada entre US$20  y US$30 millones, llamada Jasna Polana — claro brillante en polaco — igual que el nombre de la casa en Rusia de Leo Tolstoy”.

En 1983, a la muerte del señor Johnson, se dio inicio a una de las grandes telenovelas del siglo XX entre celebridades.

Dejó a su esposa casi todo patrimonio — unos US$500 millones — dejando por fuera completamente a sus hijos.

La Basia que surgió del caso era alternativamente compasiva y cruel, astuta e ingenua, leal y voluble, egoísta y generosa, explosiva y mansa, elocuente y sin palabras, compañera y torturadora, alegre chica de campo y cortés musaraña, alguien que pasó las últimas semanas de su marido, ya fuera limpiándole el recto o marcando en los catálogos de las casas de subasta las antigüedades que pronto iba a comprar con su dinero”, escribió David Margolick, ex reportero para The New York Times, en 1993 en su libro sobre el caso, ‘Undue Influence’.

Al triunfar en lo que ella misma llamó “Mi pesadilla americana”, Barbara Piaseka Johnson era una de las mujeres más ricas en el mundo.

Barbara Piasecka Johnson durante el resto de sus años se dedicó a varias actividades relacionadas con las artes y asuntos políticos en Polonia, donde tuvo relaciones con el ex presidente Lech Walessa, dice el Times. 

Nunca volvió a contraer matrimonio, dice.

Tenía 76 años y vivía en Mónaco y Polonia.

Artículo en inglés

Foto Ken Meyers, via NYT