Muere Little RichardSe nos ha ido Little Richard, uno de los pioneros del rock & roll cuyos estridentes gritos, extravagantes atuendos, energía sin límite y exhuberante personalidad encarnó el espíritu y el sonido de la nueva forma de arte, que iría a revolucionar el mundo.

Tenía 87 años.

En una nota fúnebre, David Browne de Rolling Stone señala que hasta el momento se desconoce la causa del deceso del rockero.

Inició su carrera musical en 1956 con “Tutti Frutti”, que sería el primero en una larga lista que incluyen “Long Tall Sally”. “Rip It Up”, “Lucille” en 1957, y “Good Golly Miss Molly” ie 1958, éxitos marcados por un ritmo vigoroso en el piano, que ponía a bailar a sus audiencias.

Aunque abundan en sus canciones las frases de doble sentido, con marcadas referencias sexuales, Little Richard viene, igual que muchos músicos afroamericanos, de una tradición de Gospel.

Fue considerado uno los inspiradores de bandas inglesas, como The Beatles, que interpretaron varias canciones del repertorio del artista.

En el escenario, en los años 50, época donde como una espada de Damocles pesaba la censura — en algunos casos con la suspensión de espectáculos por infracciones relativas a la decencia — Little Richard, con su copete engominado, su maquillaje andrógino y sus coloridas camisas con cuentas de vidrio, también destruye la sobria apariencia de los músicos, sentando las bases para artistas como Prince, Elton John, y muchos otros.

Nació en el sur profundo, en época de la más brutal segregación racial en EUA. Richard Wayne Penniman vino al mundo un 5 de diciembre de 1932, en Macon, Georgia, uno de 12 hijos y creció rodeado de predicadores de Gospel. “Nací en los barrios pobres. Mi papá vendía whisky, whisky pirateado ”, le dijo a Rolling Stone en 1970. Cantaba en una iglesia cercana, su padre Bud no apoyó la música de su hijo y lo acusó de ser gay, lo que causaó que Penniman se marchara de casa a los 13 años.

Lavó platos, limpió buses, siempre sintiendo la música que llevaba dentro de sí. Producía, coros con sonidos como “a wop bob alu bob a wop bam boom”.

“En el comienzo, no escuchaba rock & roll”, dijo a he told Rolling Stone in 1990. “Durante mucho tiempo canté sin compartir con el público porque tenía miedo de que no iba a gustar. Nadie cantaba así y tenía miedo”.

En días de segregación, cuando comenzaban a verse los primeros brotes del movimiento pro derechos civiles, la música de Little Richard jugó un paple importante, ya que su ritmo contagioso fue aceptado por audiencias de jóvenes blancos. Hasta entonces era común que artistas blancos se enriquecieran usando canciones de artistas negros — algo que no escondían las casas de discos por más repudio que generara entre por los artistas originales. Así era el mundo.

Pat Boone tenía su propia versión de Tutti Frutti, para blancos. La respuesta de Little Richard: Acelerar el ritmo.

En su mejor época, alcanzó niveles como Elvis Presley y Jerry Lee Lewis. Pero el artista tuvo una visión religiosa y se retiró del mundo del rock. Más tarde en su vida regresaría a la música, participando en giras con los pioneros del Rock.

En su última década, se basó en Nashville, Tennessee, donde seguía presentándose, ya con menos energía a raíz de problemas de salud.  “Disculpen, pero no puedo cantarlo como se debe”, diría en 2012 a su audiencia. Ante los aplausos del público, en su voz chillona dijo conmovido. “Ahora me van a poner a gritar como una adolescente blanca”.

Little Richard un artista que nos ayudó a ser mejores.

Rolling Stone