En el extenso obituario del New York Times sobre Al Goldstein, Andy Newman dice que el editor de Screw no se inventó la revista pornográfica.
Pero fue el primero en presentarlo a una audiencia amplia, sin la menor sutileza ni pretensión de elegancia. El sexo, en las páginas de ‘Screw’ casi nunca fue bello, romántica ni particularmente sexi. Fue, ante todo, un negocio con demanda y oferta como cualquier otro”.
Al Goldestein, personaje del New York de los años 70, dejó de existir a los 77 años en la Gran Manzana.
Cuando en 1968, fundó Screw, las únicas revistas de sexo era Playboy y Penthouse .
“Nos comprometemos a jamás cubrir el vello púbico o borrar un órgano”, dijo la revista en un manifiesto. “No nos disculparemos de nada. Vamos a descubrir el mundo entero del sexo. Seremos el Consumer Report del sexo”.
Eran los días de la década de 1970, cuando el área de Times Square en Manhattan estaba lleno de teatros de pornografía, prostitutas, vendedores de drogas y sex shops.
En la década de 1980, cuando comenzaron a verse imágenes sexuales en la televisión por Cable, en el Canal 35 de acceso público, Al Goldstein compraba espacio publicitario.
Al Goldstein fue detenido y acusado de pornografía más de una docena de veces. En un juicio, Goldstein respondió que las “erecciones en los lectores” tenían una valor redentor.
También actuó en una cinta pornográfica con Ron Jeremy.
Nacido en Williamsburg, Brooklyn, Goldstein llegó a ser un hombre muy rico, con lujosas residencias en el Upper West Side de Manhattan y en la Florida.
Vueltas del destino lo dejaron sin un quinto y, a partir del 2003 trabajó en puestos mal pagados, como en el Second Avenue Deli y en una panadería de bagels.
En el 2004 fue detenido por hurtar un libro en Barnes and Noble.
Pasó sus últimos años en un hogar para ancianos en Cobble Hill, Brooklyn.