Pesa más de una tonelada. Sus dientes poseen el filo de cuchillas.

Salta con la fuerza de un atleta y la precisión de ser que viene afinando sus técnicas asesinas por centenas de millones de años. El solo mencionar su nombre produce escalofríos.

El Gran Tiburón Blanco, depredador entre depredadores, es violento, sanguinario y a la vez majestuoso y fascinante.

False Bay, en Sudáfrica, a unos 35 minutos de Cape Town es el predio privado de estos cazadores: las 64,000 focas que viven ahí proveen la alimentación para un espectacular grupo de ellos.

El equipo de fotógrafos Chris y Monique Fallows los conocen mejor que tal vez cualquier otro humanos.

“Desde hace 16 años he tenido la suerte de ver a estos tiburones cazar durante más de 6,400 veces, lo cual muestra la intensidad depredadora en tiene lugar cada abril hasta septiembre, cuando los tiburones patrullan las aguas de la isla”, escribe Chris en National Geographic, donde presenta 19 espectaculares fotos de estos monstruos antidiluvianos.

Dice que usa el cuerpo de una Canon EOS 1D, que dispara 10 cuadros por segundo, con un lente de 70-1200 f2.8 IS.

Artículo en inglés con fotos

Página Chris y Monique Fallows