IMAGEN-13544716-2.pngComo parte del debate sobre Venezuela, El Molino Online publica dos puntos de vista completamente opuestos que reflejan tanto el pensar y obrar de los partidarios de la revolución, como sus opositores. En otra nota, traducida de la revista The Nation George Ciccariello-Maher presenta una defensa del gobierno, la revolución argumentando que la oposición busca regresar a un pasado de privilegios.

Aquí, María Corina Machado explica por qué los venezolanos deben mantenerse en las calles contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Tomado del diario colombiano El TiempoA María Corina Machado (Caracas, 1967) le bastaron tres palabras para desarmar al comandante de los discursos infinitos. “Expropiar es robar”, le lanzó en la cara la diputada independiente al difunto presidente Hugo Chávez en la Asamblea Nacional, el 13 de enero de 2012. Definida por el finado comandante como una “burguesita de fina estampa”, Machado encabeza junto al encarcelado líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, a un sector de la oposición que promueve activar la protesta social en la calle para echar de Miraflores al presidente Nicolás Maduro. EL TIEMPO conversó con ella. (Lea más noticias sobre las protestas en Venezuela)

Las últimas protestas han servido para dejar en evidencia las diferencias que atreviesan a la oposición. Por un lado están usted y López alentando las manifestaciones para salir del Gobierno y por el otro están el gobernador del estado Miranda y excandidato presidencial, Henrique Capriles, quien rechaza esta vía. ¿La oposición está fracturada?

La Unidad Democrática entiende la importancia de presentarle al país una ruta creíble, oportuna, de recuperación de la democracia y la libertad, y tenemos un propósito común, que parte de entender que no habrá seguridad, empleo, justicia y libertad en Venezuela hasta tanto no se cambie al régimen. ¿Cómo abordar la estrategia en el corto plazo? Efectivamente, hemos tenido distintos planteamientos que hemos debatido dentro de la Mesa de la Unidad Democrática y también con la población, pero lo importante hoy es reconocer que en estas manifestaciones y en las persecuciones ordenadas por el régimen hacia quienes hemos estado acompañando a los jóvenes, ha habido una respuesta unitaria. Todos los miembros de la Unidad fueron a la convocatoria del 12 de febrero, estuvieron el martes con Leopoldo López, y estamos hoy unidos llamando a una enorme movilización en la calle. De modo que estamos viendo cómo se producen coincidencias importantes y urgentes a los efectos de canalizar esta enorme fuerza y clamor que se ha despertado en todo el país.

Capriles dijo que no cree en el ‘Maduro vete ya’ y advierte que la propuesta suya y de López terminará generando más frustración en la oposición…

Los venezolanos hemos tenido muchas frustraciones en estos años, pero también muchos logros. El año pasado aprendimos algo fundamental con la elección del 14 abril: que cuando se enfrenta un régimen dictatorial no basta ser mayoría y ganar elecciones para que haya un cambio político. De modo que esta lección empuja al pueblo a entender que la organización ciudadana, la gente en la calle de manera organizada y pacífica, es indispensable para obligar a un régimen que persigue, reprime, tortura y censura a escuchar lo que la mayoría del pueblo quiere. Eso es lo que está planteado en este momento. Muchos dicen que es solo un sector de la población el que se está movilizando. Yo les recuerdo que en Venezuela hubo más de 5.000 protestas el año pasado, fundamentalmente de sectores muy humildes por escasez de alimentos, caos en la vivienda, drama de los hospitales, la inseguridad, aspectos laborales y la precariedad del empleo. El pueblo venezolano ha estado protestando, lo que se ha logrado en estos días es darle un cauce político a estos planteamientos porque esos problemas económicos y sociales tienen una causa política y tienen una solución política, y la única manera de solucionarlos es con un cambio de modelo, del régimen.

Si no está planteado en lo inmediato una elección para cambiar al Gobierno de Maduro, ¿qué plantean? ¿Un alzamiento militar?

Cuando uno vive en una democracia los ciudadanos tenemos el derecho de exigir un cambio de Gobierno en cualquier momento. La figura de la renuncia está en las constituciones democráticas y en la nuestra lo ha estado siempre. Pero cuando no es una democracia sino una dictadura, ese derecho se transforma en deber. Nosotros tenemos el deber de enfrentar un régimen que está en este momento asesinando estudiantes y jóvenes en la calle, persiguiendo y censurando a los periodistas y a la prensa, persiguiendo y encarcelando a dirigentes políticos, liquidando el movimiento sindical. En ese contexto, nosotros tenemos constitucionalmente no solo el derecho sino el deber de hacer un planteamiento de cambio político. La Constitución venezolana establece diversos mecanismos. Uno es la enmienda constitucional, otro es la Asamblea Nacional Constituyente, el otro es el referendo revocatorio y, desde luego, otro es un movimiento para solicitar y exigir la renuncia del Presidente. Todos son mecanismos constitucionales y democráticos, que parten de la activación ciudadana y ese es la tesis política del planteamiento que le hemos hecho al país.

Hay quienes quieren y creen que Venezuela puede esperar hasta 2019. Hay quienes pensamos que este es un régimen constituido por un verdadero pacto de mafias que destruye aceleradamente todos los espacios de resistencia y de fuerza ciudadana para impedir que terminen de consolidarse. De modo que sí hay una urgencia y el pueblo de Venezuela lo ha entendido. Si no, no estaríamos viendo lo que vemos hoy en las calles.

Antes se suponían las divergencias en el seno de la oposición, pero ahora todo eso ha saltado a la luz pública. ¿La lucha por el control de la oposición no podría degenerar en su autodestrucción?

No es la lucha por el control de la oposición. Lo que está planteado es un debate de diversos puntos de vista que son legítimos y razonables en una coalición democrática. Sin embargo, insisto, estamos viendo cómo en las últimas horas se ha logrado un apoyo solidario de toda la Unidad con López, con los estudiantes perseguidos, planteando la necesidad de respaldar el derecho a la protesta. Una protesta pacífica. La violencia solo le conviene al Gobierno, hace parte de una estrategia para que la gente no participe en este movimiento, que ven crecer todos los días.

Capriles sostiene que la agudización del conflicto político permite a Maduro desviar la atención de los problemas económicos y compactar su base de apoyo social ante la amenaza de un golpe.

Las movilizaciones del oficialismo ahora son verdaderamente escuálidas, aunque obligan a los empleados públicos a participar, pasan listas, los amedrentan, y traen autobuses de todo el país. Eso contrasta con una población que sale a las calles masivamente. Porque el hecho es que está creciendo la conciencia del origen político del drama social y económico que vivimos en nuestro país, y de la solución política que tiene este horror.

La oposición ha sufrido desde 2012 cuatro derrotas electorales. ¿Con qué fuerza pretende ahora buscar la salida inmediata de Maduro?

Lo que sufrió la oposición el 14 de abril fue un fraude monumental. Nos enfrentamos un sistema electoral perverso que busca legitimar por la vía electoral un régimen claramente totalitario. La legitimidad de un Gobierno no proviene solo de cómo es electo, donde evidentemente el señor Maduro está muy cuestionado, sino fundamentalmente del ejercicio y del fin del poder. Lo que ha ocurrido en estos últimos días es que Maduro se quitó la careta y el mundo ha tenido que reconocerlo. El costo político para quienes insisten en avalar esta monstruosidad se eleva cada día. Aquí grupos paramilitares amparados en el Estado están asesinando venezolanos, allanando partidos políticos, deteniendo y acusando de terrorismo a un dirigente fundamental de la oposición, amenazándome con quitarme la inmunidad parlamentaria… ¿Y aquí no van a reaccionar ni la Organización de Estados Americanos (OEA), ni la Unasur, ni la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)? Estamos esperando posiciones mucho más firmes de los jefes de Estado de la región y de los organismos multilaterales.

¿Cree que el presidente Juan Manuel Santos ha sido leal con Venezuela?

Creo que el presidente Santos, al no acompañar con firmeza la lucha democrática en nuestro país, a quien en el fondo perjudica es al propio pueblo colombiano. Nosotros esperamos más firmeza del Gobierno de Colombia, porque hay algo que está claro, no habrá paz duradera en Colombia hasta tanto no haya un gobierno democrático en Venezuela que combata frontalmente la guerrilla, el narcotráfico y los paramilitares. El régimen actual ha amparado y permitido que Venezuela sea un espacio de desahogo y de tránsito para estas operaciones.

Sin embargo, Maduro criticó duramente a Santos y le acusó de apoyar a la oposición venezolana.

En primer lugar, hay que denunciar firmemente el cinismo de este régimen. El señor Maduro siendo canciller se fue a Paraguay a reunirse con el alto mando militar para intentar promover un golpe de Estado en ese país. ¿Con qué autoridad moral puede hablar de injerencia? Además, el argumento de la injerencia es la excusa de los dictadores de siempre para pretender violar acuerdos internacionales como la Carta Democrática y la Constitución. Nosotros esperamos más de todos los gobiernos democráticos de la región porque Venezuela ha tenido una tradición firme y consecuente de defensa de la democracia. Hay cinco millones de colombo-venezolanos que entienden muy bien lo que significa para Colombia la situación actual de Venezuela y que se unen a nuestras voces para pedirles posiciones más firmes a los gobiernos colombiano, mexicano, panameño, hondureño y brasileño. Esperamos sus palabras, necesitamos saber que no estamos solos, que la comunidad internacional entiende y acompaña nuestra causa.

PEDRO PABLO PEÑALOZA
Para EL TIEMPO
Caracas