Vacas“Los ‘Millennials’ representan US$200 mil millones en valor económico, y si una mayoría estadística de nuestra generación se convirtiera en vegetariana o vegana, o al menos comiera significativamente menos carne que las generaciones anteriores, ello nos daría una oportunidad de tener un impacto real en la economía — y por lo tanto — en el medio ambiente”, escribe Travis McKnight en The Guardian.

McKnight sostiene que, si bien gran parte del enfoque del activismo ambientalista de base lucha por reducir la dependencia de la industria del automóvil en los combustibles fósiles, eliminar la carne de su dieta tendría un impacto aún mayor.

“Criar animales para comer produce más gases de efecto invernadero (a través de metano y óxido nitroso) que todo el dióxido de carbono excretado por automóviles, barcos, aviones y trenes del mundo combinados.

“Durante un período de 20 años, el efecto del metano en el cambio climático es 86 veces más grande que el dióxido de carbono; y el óxido nitroso tiene 268 veces más potencial de cambio climático, según ha informado la ONU en el 2006.

“Reducir radicalmente la cantidad de metano y óxido nitroso en la atmósfera puede producir cambios perceptibles en el efecto de gases de efecto invernadero en cuestión de décadas, mientras que las mismas reducciones en dióxido de carbono toman casi un siglo.

Es así: Dejar la carne puede reducir significativamente más su huella de carbono que dejar de conducir”.

Artículo en inglés