Rubio toma aguaEntre sorbos de agua el martes en la noche, el senador republicano por la Florida Marco Rubio denunció al presidente Obama por proponer que el gobierno ayude a los necesitados del país.

“Más gobierno no va a crear más oportunidades”, dijo el fotogénico senador que se ha posicionado como la cara latina del partido republicano.

“Las va a limitar. Y más gobierno no va a inspirar nuevas ideas, nuevas empresas y nuevos empleos en el sector privado”.

Pero, como dice el refrán, del dicho al hecho hay mucho trecho. Y esto es verdad en la vida personal del senador que no ha vacilado en usar el gobierno generosamente para su enriquecimiento y avance personales, según informaron Jason Cherkis y Ryan Grim en The Huffington Post.

En un extenso artículo dicen que para Rubio “el gobierno si le ha creado más oportunidades”.

Cita extensamente la nota del HufftPost un artículo publicado en el 2010 en Tampa Bay Timescuando Rubio era candidato al senado de EUA.

A medida que Rubio subió por las bases, comenzó a utilizar los pocos conocidos comités políticos para financiar sus gastos de viaje y otros, y más tarde tuvo una tarjeta de crédito del Partido Republicano de la Florida.

Lo que surgió, según indican los documentos, es un patrón en que se mezclaban el gasto personal y el político. Una y otra vez Rubio resultó ser descuidado, en el mejor de los casos, en el cumplimiento de los requisitos de divulgación.

Prácticamente quebrado, el ​​legislador de 31 años de edad, comenzó en el 2003 a hacer campaña para ser presidente de la Cámara y creó un comité político – Floridians for Conservative Leadership – – para ayudar a elegir a otros candidatos republicanos y ganar su apoyo.

Con su esposa sirviendo en calidad de tesorera, Rubio no esperó a que el Estado autorizara el comité y ya estaba aceptando donaciones de campaña.

La dirección que aparece para el comité es la residencia de Rubio, un modesto lugar que él y su esposa compraron en el oeste de Miami en 2002, pero según informes gastaron cerca de US$85,000 para artículos de oficina y de operación y US$65,000 por costos administrativos.

Durante 18 meses, casi US$90,000 se fueron para consultores políticos, US$51,000 fueron para pagos con tarjeta de crédito y US$4,000 fueron a otros candidatos. Esta cifra es menos que los US$5,700 que fueron a su esposa, Jeanette, en gran parte por concepto de “gasolina y comidas.” (La señora Rubio no trabaja y la pareja declara sus impuestos en conjunto).

Explica Huffington Post que en el estado de la Florida la legislatura permite a sus miembros mantener otros empleos, incluso con compañías que reciben pagos de la misma cámara del estado.

Conforme Rubio ascendía en la legislatura, aumentaba su salario como abogado, dice HuffPost: US$72,000 anuales en el 2000; US$92,000 en el 2003; US$270,000 un año después al ser el presidente de la Cámara.

“Durante ese período estaba empleado por tres firmas de abogados separadas. En el 20005, Rubio obtuvo un empleo por US$300,000 anuales con Broad and Cassel, un bufete de abogados en Miami que había facturado millones de dólares en honorarios legales para la cámara de la Florida”, dice The Tampa Bay Times, según HuffPost. 

Igualmente, cita el HuffPost a un consultor político quien dice que Rubio gastó medio millón de dólares en renovar sus oficinas como presidente de la legislatura estatal.

En su discurso, Rubio manifestó que quiere defender a sus vecinos de las políticas de Obama, “Señor Presidente yo todavía sigo viviendo en el barrio obrero en que crecí. Mis vecinos no son millonarios”.

Sin embargo dice HuffPost, Rubio está vendiendo su casa por US$675,000 — precio bastante fuera del alcance de la clase obrera de EUA.

Artículo en inglés