Fieles al libreto de atacar a Obama en cuanta oportunidad se les presente, la prensa conservadora de EUA lanzó otra andanada que en vocabulario de internet ha llegado a conocerse como #LatteSalute.
Se trata del saludo (poco marcial y según los críticos carente de respeto) del presidente a su escolta de infantes de marina, al descender de su helicóptero camino en New York, donde además de crear un enorme trancón de tráfico, habló ante la ONU.
Fue allí que dijo básicamente que EUA atacaría a los extremistas del Estado Islámico, en donde sea que se encuentren.
Declaró guerra sin cuartel, dijo que iba para largo, y pidió al mundo que lo apoyara.
Más bombas, armas, muertes tanto de extremistas como de civiles. Violencia para acabar la violencia.
Mientras el presidente hablaba, la Gran Manzana seguía inundada de activistas verdes, participando en desobediencia civil protestando el contubernio entre el capitalismo desaforado y el calentamiento global.
El domingo anterior, 400,000 habían llegado de todo el país New York.
Mientras tanto, en Ferguson, Missouri, donde sigue sin obtenerse justicia para la familia de Michael Moore, el jefe de la policía Thomas Jackson hizo un mea culpa de muy breve duración. Pidió disculpas por la muerte del joven y por negar a los manifestantes el derecho a libre expresión y, luego, vestido de civil intentó unirse a una marcha que exigía su renuncia, lo que terminó en un ataque por la militarizada policía.
Pero si bien la crítica seguía contra el #Lattesalute, poco se dijo sobre otro saludo, poco marcial del presidente Bush cuando con perro y todo saludó a su escolta de Marines.
Así se dijera poco sobre esta comparación, hubo otra que llegó a primera plana en The Economist, bajo el titular “Mission Relaunched”.
La inolvidable (y poco envidiable) metedura de patas de Bush, que recuerda la historia como el Mission Accomplished, fue en el 2003.
Estamos en el 2014.
Otra semana que pasó en EUA.
Carlos F. Torres
New York, Septiembre 29 2014
