Mientras que el senado de EUA rechazaba cualquier tipo de control a la venta de armas a particulares, y funcionarios de la poderosísima Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) en un lenguaje desafiante se comprometían a seguir luchando contra todo tipo de restricciones, el público del país leía horrorizado los demasiado frecuentes casos de accidentes en que niños matan otros niños con las armas de sus familiares.
The Huffington Post publica algunos de los casos que han alcanzado los titulares en días recientes.
Cerca de Tampa, en la Florida, Speights Jadarrius, murió cuando se disparó accidentalmente una “pistola de 9mm sin seguro” que encontró en una mochila de su tío, quien ha sido detenido.
Ese mismo día, un niño de 7 años de edad, en el noreste de Houston, recibió un balazo que disparó su hermano de 5 años, mientras se bañaban. Se espera que se recupere.
El sábado, un niño de 13 años de edad, disparó contra su hermana una pistola que encontró en su casa de Oakland Park, Florida. La niña se encontraba en condición crítica pero estable.
El 30 de abril, un niño de 5 años de edad, en Kentucky disparó accidentalmente y mató a su hermano de 2 años mientras jugaban con un rifle calibre .22 que había recibido como regalo.
Foto cortesía robertnelson via flickr