Siguen las revelaciones del informe por el Departamento de Justicia de EUA sobre el racismo institucionalizado y contra los habitantes negros por parte de la policía de Ferguson.
Escriben Stephen Deere, Chuck Raasch y Jeremy Kohleren en el St Louis Post-Dispatch que el Departamento de Justicia se refiere a la policía de Ferguson como una “agencia de cobros” que explotaba a la población negra de la ciudad que, aunque constituye únicamente el 67% de la población, sufrió el 85% de todas las paradas de tráfico, el 90% de las citaciones y el 93% de todos los arrestos, muchos sin causa probable.
Incluso existía una multa por la “manera de caminar” que se emitió contra afroamericanos en el 95% de las veces.
El Departamento de Justicia ha presentado una serie de exigencias a la policía de Ferguson, que de no implementarse podría resultar en acción legal.
Exige a los agentes del orden público de Ferguson que “cambie la manera en que la policía sirve como medio de recaudar fondos y en vez se forme una colaboración con la comunidad”. Los policías también deben intervenir únicamente cuando sea necesario para promover la seguridad pública, “no sencillamente porque poseen la autoridad legal para hacerlo”.
Piden también mayor rendición de cuentas y entrenamiento para reducir la discriminación racial y “de-escalar” las situaciones en que se opta por la fuerza.
Asimismo, el Departamento de Justicia dijo que no encontró suficiente evidencia para formular cargos federales contra Darren Wilson, el agente que ultimó el verano pasado al joven Michael Brown, quien se encontraba desarmado.
