“Es una lástima que el Presidente Obama estuviera en las Filipinas el lunes, porque el antiguo organizador comunitario se perdió la oportunidad de ver frente a su Casa Blanca una protesta convocada por un grupo de organizadores comunitarios basado en Chicago”, escribe Dana Milbank en The Washington Post.
“Obama se había reunido el mes pasado con activistas pro reforma migratoria y les había pedido que no protestaran los récords que se han logrado en el número de deportaciones pero que enfocaran en vez en los republicanos de la Cámara de Representantes, que han bloqueado la reforma migratoria.
“El lunes, los activistas le dejaron saber qué piensan de sus sugerencias”, agrega Milbank.
Dice que la protesta fue organizada por el National People’s Action y una docena de activistas fueron detenidos.
“No se puede culpar a los activistas pro reforma migratorio por su frustración. Pero la presión de su base liberal pone a Obama contra la pared. Al mismo tiempo, tendrá que soportar la creciente ira con él de la misma gente que lo envió a la Casa Blanca”.
