La inauguraron en enero con bombos y platillos, asignándole un puesto de honor en frente de nadie menos que Mao Zedong, pero al cabo de unas semanas, protegidos por las sombras de la noche, vinieron por ella y así concluyó la breve estadía de una monumental estatua de Confucio en la plaza de Tiananmen.
La pregunta es, ¿por qué y cómo cayó de gracia el sabio milenario? ¿Acaso fue víctima de una purga estalinista? ¿Indica ello una resurgencia del Pensamiento de Mao Zedong?
Ultimamente Confucio había disfrutado de un renacimiento, luego de los duros ataques que sufrió durante la revolución cultural cuando Mao había despotricado contra él, acusándolo de representar el feudalismo en China. Después de su muerte, se comenzó a tolerar poco a poco y últimamente ha vivido un resurgimiento, con libros y películas, además de interés académico. El gobierno chino ha fundado los institutos Confucio, para enseñar la lengua.
Según The Economist, el énfasis que coloca el confucionismo en el órden cívico, la armonía familiar y apoyo por las instituciones son bienvenidos por el régimen actual. Retirar esa manera de pensar, agrega, no es tan fácil como deshacerse de una estatua en medio de la noche.
