En vez de titulares discutiendo los logros económicos y políticos de su primer viaje por América Latina, a su regreso a la capital estadounidense el presidente Barack Obama ha enfrentado una poderosa descarga de ataques y cuestionamientos desde todos lados del espectro político por su orden de intervenir militarmente en Libia.
Es realmente algo sin precedente, dicen Glenn Thrush y Abby Phillip en Politico, que un presidente ordene una intervención militar y salga de gira durante cinco días. Politico, considerada la revista más influyente en la capital de EUA, repite lo que viene diciéndose por cinco días: que la misión no tiene objetivos claros, que las explicaciones del presidente y su equipo son ambiguas, y que EUA sigue cargando a cuestas el principal peso de la intervención, la tercera guerra de EUA en una nación musulmana.
Politico formula una serie de cuatro preguntas que dice no tienen respuesta todavía.
¿Cuándo concluye la intervención? Aunque el presidente repita que en cuestión de días EUA se retira, hasta el momento la misión sigue siendo mayoritariamente de EUA: de las 175 misiones aéreas en las últimas 24 horas, aviones de EUA han volado 113 de ellas. “Estamos listos a entregar el auto alquilado pero no encontramos a nadie que reciba las llaves”.
¿A quién se transfiere el mando? “Mientras que EUA insiste que la OTAN tome el mando, Francia con la asistencia de Turquía, ha bloqueado a la OTAN de asumir el control total de la misión”. Francia, explica Politico, dice que un comando de la OTAN impediría la integración de las naciones árabes, necesaria entre otras razones, para ayudar a costear los US$100 millones mensuales que costará la intervención.
¿Se rebelará el congreso? La autorización de intervenir en Libia comenzó sin siquiera la más mínina consulta con el congreso por parte de la administración, dice. Una coalición de demócratas progresistas cuestionó inmediatamente la constitucionalidad del acto bélico, incluso el representante Dennis Kucinich de Ohio ha amenazado con comenzar un enjuiciamiento presidencial. El mismo presidente de la cámara de representantes, John Boehner, escribió una carta bastante fuerte al presidente cuestionado los objetivos de la misión.
¿Y si Gaddafi no cae? La secretaria de estado Hilary Clinton y algunos asesores de Obama están confiados que bastará con los ataques aéreos para derrocar a Gaddafi en poco tiempo. Pero dentro de la administración algunas voces creen que no será tan rápido. “Y si Libia queda temporalmente dividida entre Trípoli, controlado por Gaddafi, y baluartes rebeldes como Bengazi, como alternativa a un cambio rápido de régimen es aceptable a medio tiempo, dijeron funcionarios de la administración a Politico“.