bush3-1El tiempo vuela y han pasado ya son casi cinco años desde que George W. Bush entregara las llaves de la Casa Blanca a Barack Obama.

Mantiene un perfil casi invisible y se le ve demasiado poco — a no ser en un estadio o un campo de golf.

Esto escribe Pete Baker en el New York Times,

“Casi cinco años después de dejar el cargo, el presidente número 43 de la nación vive un exilio autoimpuesto en Texas, más interesado en la pintura que en la política, recuperándose de un susto del corazón, en privado preocupado por el auge del Tea Party, juega al golf con fervor, anda en bicicleta con veteranos heridos y disfrutando de una modesta recuperación en la opinión pública. Mientras que Bill Clinton critica a los republicanos en la campaña electoral y Dick Cheney fustiga a la actual administración en su gira de promoción de un libro, el Sr. Bush se mantiene decididamente fuera del debate público”.

Bush, dice el Times, ha opinado sobre contados temas, uno de ellos siendo su apoyo a la ley de reforma migratoria que se discute en este momento.

Fuera de eso, agrega el Times, le preocupa el cambio de política exterior de EUA que él considera “un creciente aislacionismo” y cree que el Tea Party presenta serios desafíos para los republicanos.

El resto familia. Y pintar: Dice que quiere pintar a 19 jefes de estado con quienes se relacionó durante sus días en la Casa Blanca.

Artículo en inglés